La influencia de Kraftwerk: estética y música




A finales de los años sesenta, Florian Schneider y Ralf Hütter dos estudiantes de conservatorio, se conocieron en Duseldorff e iniciaron un proyecto musical originalmente llamado Organisation, embrión de la banda que posteriormente se conocería como Kraftwerk. La formación la completaron Wolfgang Flür y Karl Bartos, estableciendo el cuarteto actual del grupo.

Tras unos años iniciales de experimentación, en los que produjeron diversos discos que combinaban música electrónica generada por sintetizador e instrumentación tradicional (principalmente flauta y violín) en un estilo marcadamente Krautrock, en 1974 publicaron el álbum “Autobahn”, producido exclusivamente mediante música electrónica. El disco supuso la fama internacional que hoy en día goza este grupo y fue también la vía de entrada del género electrónico al mundo de la música urbana popular o música pop.

Previamente, las relaciones entre música popular y música electrónica eran escasas, apenas hubo esporádicos usos de material electrónico meramente ornamental pero sin llegar, hasta “Autobahn”, a generar canciones pop de electrónica pura.

La producción posterior de Kraftwerk vino marcada por una constante investigación en las posibilidades de los medios electrónicos para generar música, paralela a una actitud fiel respecto a su carácter pop, cosa que les aseguró un éxito comercial ininterrumpido. Asentaron de este modo las bases de toda la música electrónica posterior de corte popular, la cual no se puede contemplar sin tener a Kraftwerk como referencia obligatoria.

Kraftwerk fueron también pioneros en otra tendencia importante en el mundo de la música que especialmente marcaría el periodo de finales de los setenta y principios de los ochenta. Se trata de retomar de forma sistemática una estética con reminiscencias del futurismo y el constructivismo de la primera mitad de siglo. Por un lado, esta marca estética es palpable de forma evidente en el aparato visual de sus álbumes, las portadas y los carteles, que imitan el cartelismo constructivista de la Unión Soviética. La imagen misma con la que se presentan sus componentes (toda ella a cargo del pintor y también músico Emil Schult, a partir de 1993), uniforme, impersonal y robótica, remite también al hieratismo de las figuras protagonistas de los carteles de propaganda regimenes totalitarios. Asimismo, hay también cierto aire "años cincuenta" en su vestimenta y aspecto, cosa que hace pensar en la época de expansión del género de la ciencia ficción (del que también beben Kraftwerk en sus letras).

Por otro lado, esta influencia de la vanguardia del futurismo queda impresa también en el texto que envuelve su música. El propio nombre de la banda, Kraftwerk (“central energética”, en alemán), remite a la tecnología y la industria. Estos dos conceptos, de hecho, son aquellos en los que insisten más en el contenido de sus canciones, así como, en concreto, la energía nuclear, la robótica, los ordenadores, etc. Esta línea temática entra en conexión con los temas centrales del futurismo original, aunque se distingue de este por su tratamiento. Si bien los futuristas ensalzaban apasionadamente las máquinas y el desarrollo tecnológico, Kraftwerk hablan de ellos de una forma llana, simple y objetiva, como algo cotidiano.

El mundo que presentan Kraftwerk vendría a ser una sociedad hipotética en la que el futurismo se ha establecido como norma vigente y se sirven para ello de la imaginería de la ciencia ficción pionera de la década de los cincuenta.

 La influencia de Kraftwerk en posteriores bandas de música electrónica es innegable, no sólo por su calidad de pioneros en el género, sino también por su estética, la cual será copiada; versionándola en algunos caso, y reinterpretada en otros.


Die Roboter (Die Mensch Machine, 1978)


Wir laden unsere Batterie
Jetzt sind wir voller Energie
Wir sind die Roboter

Wir funktionieren automatik
Jetzt wollen wir tanzen mechanik
Wir sind die Roboter

Ja tvoi sluga
Ja tvoi rabotnik
Wir sind auf Alles programmiert
Und was du willst wird ausgeführt
Wir sind die Roboter

Wir funktionieren automatik
Jetzt wollen wir tanzen mechanik

Wir sind die Roboter

Ja tvoi sluga
Ja tvoi rabotnik

“Die Roboter” (“los robots”, en castellano), es un buen ejemplo de este tratamiento característico de la temática de la tecnología por parte del cuarteto alemán. El texto se limita a hablar en primera persona entorno a los robots dando datos sin especial relevancia o sin un mensaje evidente (la canción dice, por ejemplo: “Cargamos nuestras baterías / Ahora estamos llenos de energía”, “Funcionamos de forma automática / Bailamos de forma mecánica”). 
Los fragmentos en lengua checa, Ja tvoi sluga/ Ja tvoi rabotnik (en castellano, “Yo soy tu esclavo/ Yo soy tu trabajador”) posiblemente hagan referencia al origen del término “robot”, el cual fue empleado por primera vez por el dramaturgo checo Karel Čapek en su obra “R.U.R.” (1921), en la que se revisitaba la leyenda del Golem en clave de ciencia ficción, ambientándola en una fábrica de robots.
En conjunto, la letra de la canción resulta ambigua, junto a cierto toque naif que incita a pensar que se está empleando un tono irónico. Esta forma de discurso entorno a la tecnología se repite en todos los álbumes de Kraftwerk, quienes nunca han llegado a aclarar realmente el sentido de sus palabras.

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